El papel, del papel en la HCE.


Es una contradicción hablar de datos en soporte físico papel en un mundo 2.0. De igual modo que no hablamos de las tarjetas perforada o los discos flexibles de 5,25 pulgadas, en el entorno tecnológico actual tener una debate sobre la importancia del papel como soporte de información, supone, desde mi punto de vista admitir un alto grado de fracaso de los sistemas de información sanitarios, frente al uso de TIC’s en otro sectores; he comprado la funda de un ipod en Amazon sin necesidad de imprimir ningún documento ni por mi parte ni por la suya; su sistema es confiable.

El papel es  un buen método de transmisión de la información, y no es un problema. La cuestión es que detrás del papel hay un celador que lo transporta, una secretaria que lo ensobra, una asistencia sanitaria condicionada (sin informe no te cito, sin el informe no se puede realizar una atención, como no funciona la impresora tienes que subir a la 5ª planta a por el informe de la intervención, si no funciona la impresora de farmacia no se pueden repartir los carros de dosis unitaria, …). El papel condiciona el trabajo y la asistencia. El papel enmascara muchas ineficiencias, tanto de los procesos como del uso que hacemos de  la tecnología.

Desde un punto de vista técnico, es un problema grave, y es que las tic’s trabajan con 0 y 1 por lo que aunque siendo posible su digitalización es difícil estructurar contenidos digitalizados. Por lo que podemos adelantar que digitalizar los documentos es una “solución precaria”, de mínimos al problema. La cuestión de fondo es tener sistemas que no generen papel por que son tan buenos que no lo necesiten o se ese donde sea el medio óptimo de representar información.

Es de sobra conocido que los hospitales llamados digitales consumen más papel que los tradicionales. Porque es más fácil generar copias de listados o informes, porque se pueden hacer desde cualquier ordenador de la organización ( los puestos de trabajo e impresoras crecen exponencialmente sin control  de usuarios, de tipos de listado, de documentos, de  formatos, etc…..), porque los usuarios diseñan documentos y formularios, porque el uso generalizado del correo hace que se imprima más. Este incremento ha llegado hasta tal punto que las organizaciones están inmersas en proyectos «muy importantes» (casi estratégicos) de gestión de la impresión. Segundo fracaso, como no somos capaces de diseñar sistemas eficientes que no precisen papel, hacemos proyectos de gestión de impresión. ¿Os imagináis a un directivo de Apple hablando de un éxito de su empresa en relación con la gestión del papel?. Tenemos que vender nuestros productos de salud; HEMOS DISMINUIDO LA CEGUERA EN PACIENTES DE MÁS DE 60 AÑOS  POR DEMAE EN UN 20%  MEDIANTE DETECCIÓN PROCOZ  (CON AYUDA DE SISTEMA DE TELEOFTALMOLOGÍA); por ejemplo.

Suprimir el papel es un objetivo erróneo de los proyectos TIC’s sanitarios, el objetivo debe ser mejorar los procesos. Que el papel deje de usarse será  una consecuencia del éxito del proyecto. Cuando planteamos digitalizar un archivo de historias convencionales por problemas físicos de almacenamiento, no estamos llevando a cabo un proyecto asistencial, es un proyecto administrativo, arquitectónico, logístico….

¿Cuáles son los problemas del papel?

El mayor problema del papel son las herramientas, los sistemas de información sanitarios están mal diseñados. Los sistemas de HCE han sido pensados como repositorios de información, registro electrónico de datos, modelos duales de conocimiento,…. Están centrados en el dato, resuelven con mejor o peor acierto el registro de datos pero ignoran la esencia de la asistencia; el proceso. Otros sistemas sanitarios son soluciones localizadas en departamentos (laboratorio, banco, farmacia,…) que no tienen en cuenta que el proceso de petición de una prueba se inicia en la consulta de un médico de AP y no necesariamente con el propio programa,  que el proceso de prescripción se inicia en la cama del paciente (no en el servicio de farmacia con el registro de la orden médica) y finaliza con la administración (no con la salida de un carro de medicamentos). Es habitual ver comunicaciones en congresos del tipo “Sistema de registro de partos”, la denominación es fiel reflejo de lo que hace; registrar información relativa al parto, no gestionar de forma integral el proceso que comienza en primaria con la confirmación del embarazo y finaliza en el hospital con el alta y por medio tienen episodios asistenciales variados. El día que nuestros sistemas se llamen “Gestión integral del proceso de catarata” estaremos dando soluciones tic’s alineadas con la asistencia  y el papel usado para soportar datos será el estrictamente necesario.

En menos casos, la rigidez normativa  o  «cogérnosla con papel de fumar», evita suprimir algunos documentos o informes ya informatizados.  ¿Para qué sirve la hoja clínico estadística si tengo informatizado el informe de alta con todos los datos, las pruebas diagnósticas y los procedimientos habituales ?

Hacemos un uso insuficiente de la tecnología,  no aprovechamos al máximo las posibilidades que la tecnología nos ofrece.  Si en Mercadona  o en  Iberdrola firmamos en un dispositivo ¿porqué no hacemos igual con los consentimientos de los pacientes?. Como bien comenta A. Blanco nuestro objetivo no es certificar la legalidad de una firma, si no garantizar que el paciente está bien informado del procedimiento diagnóstico o terapéutico. Cuando hacemos una reserva on -line nos sirve con un localizador (un humilde número que nos garantiza que en el mostrador saben quien soy y donde voy) por que el sistema de información ofrece confianza y seguridad.¿Podemos dar a los pacientes un localizador cuando los incluimos en lista de espera que les sirva de referencia para el seguimiento, reclamaciones, etc. ?

Ineficiencia: técnica, estratégica y política. Tenemos tanto que aprender y mejorar. Os dejo este punto para que pongáis ejemplos.

Ávila 6 de octubre de 2014.

 

6 Comments

  1. Muy interesante tu documento y muy acertadas tu reflexiones, que comparto casi por completo. Es cierto que el uso del papel en el sistema esconde ineficiencias en los procesos y deficientes diseños de los sistemas de información.

    Pero también es cierto que uno de los grandes motivos del uso del papel es la falta de cultura tecnológica y la desconfianza en la fiabilidad de los sistemas. Los usuarios «quieren» papel porque es a lo que están acostumbrados, porque no se fían de lo que sale del monitor (aunque sea lo mismo que saldrá después en el papel) y porque, no nos olvidemos, el papel «lo aguanta todo» (mientras que el ordenador no).

    Es necesario trabajar entre todos para mejorar los procesos y desarrollar las herramientas para que, como bien dices, el papel desaparezca por sí mismo.

  2. Estupendo y certero artículo, Juan.
    Hoy he utilizado un número de identificador de una petición de consulta, así que sí existe ese número. El problema es que me lo han dado en un papel y he tenido que decirlo por teléfono a una operadora para que me confirmase el día y la hora.
    Papel, sistema de petición de citas, sistema de gestión de citas… lo tú estás contando.
    Un saludo.

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