Estamos en crisis.


Que es tamos es crisis es evidente. Crisis, paro, déficit, esa prima desconocida o  Alemania son las palabras que más escucho desde hace muchos, demasiado meses.

Cuando se originó esta circunstancia, sobre la cual  llegué a preguntarme si no tendría yo parte de culpa, tras escuchar a políticos si habíamos vivido por encima de nuestra posibilidades (asunto que me producía suma intranquilidad y rápidamente descarté ya que mis hábitos laborales, fiscales y sociales no habían cambiado) , ingenuamente pensé que era la oportunidad de mejorar, alinear estrategias, aunar esfuerzos, optimizar recursos, mejorar procesos, ….La oportunidad de las TIC’s.

Sin embargo y de forma lamentable he ido cayendo en la cuenta de mi error. La primera pista me la dio el vecino de descansillo.  Tradicionalmente envidioso de los geranios que mi señora tiene en la escalera, cuando llegaban los primeros días de primavera los envenenaba con sulfato de cinc, y justificaba su decadencia vital en la ventana que se había quedado abierta y la inusual helada nocturna para estas fechas. Este marzo y sin tapujos dijo, esto es la crisis,  las plantas perciben el estrés de los humanos (será el tuyo pensé yo).

La siguientes pista fue profesional, alguien dijo y si diseñamos un sistema de filtrado previo de solicitudes de pruebas para evitar repeticiones, los costes de desarrollos los podemos amortizar en 5 meses. El jefe de turno espetó impasible, estamos en crisis ni un euro. Y si desarrollamos sistemas de envío electrónico de recibos de nómina, gestionamos el procesos de solicitud de permisos, nos ahorramos consumibles, reparaciones, gastos timbrados….. Ni un euro, estamos en crisis.

Es ese momento, percibí de forma nítida la realidad. Efectivamente la crisis es la excusa a la falta de ideas, la mediocridad, la excusa para que mi vecino envenene mis geranios y de rienda suelta a sus bajas pasiones, para  el inmovilismo trasnochado.

 

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